Los alumnos de peluquería y maquillaje de Arthica han puesto en práctica sus conocimientos estas fallas dando rienda suelta a su creatividad para caracterizar a las falleras, y entre ellas, a la fallera mayor, de una conocida falla de Valencia.
Todos esperaban con impaciencia que llegara el día 15 de marzo porque el ambiente que se crea en la Academia en estos eventos es pura diversión: risas, alegría, emoción… De hecho, el entusiasmo era palpable en el ambiente, hasta tal punto que incluso los alumnos que no participaron y los clientes que estaban en la escuela se vieron involucrados en el proceso.
El musical de El Rey León sirvió de inspiración y modelo para este trabajo. Un trabajo que sólo fue posible gracias a la buena coordinación de los alumnos y una preparación previa muy cuidada, tanto en lo que respecta a las prácticas como al control de tiempo de ejecución.
El inicio del proceso es el de elegir una imagen y plasmarlo en papel. A partir de ahí, es cuando se empiezan a elegir las tonalidades y los métodos de trabajo: las falsillas, mano alzada, difuminados y claro-oscuros… Entonces se empiezan a hacer las prácticas previas entre compañeros y sólo después de perfeccionar y depurar la técnica y los acabados, y medir los tiempos es cuando se ejecuta el maquillaje en las modelos.
Destacamos del resultado su frescura, su actualidad y una técnica muy depurada.
Para que os hagáis una idea, el maquillaje artístico, si lo comparamos con el maquillaje social, no tiene como objetivo destacar y mejorar los rasgos y tributos de la persona. Aunque en muchas ocasiones su función también sea embellecer, otras, simplemente es caracterizar. Se trata de usar los diferentes productos para cambiar su imagen y su aspecto. Hay muchas opciones u objetivos con este tipo de maquillajes, puede ser cultural, por entretenimiento…
En este caso queríamos conseguir que las modelas se vieran guapas y favorecidas, no bastando sólo una mera caracterización, y podemos decir que nuestros alumnos lo han conseguido, como se puede apreciar en las fotos.
Cierto es que teníamos modelos especialmente guapas y, evidentemente, sus rasgos y edad facilitaron la labor. Pero también lo es que, precisamente por eso, el reto era mayor: conseguir el resultado deseado resaltando la belleza natural de las chicas.
Las felicitaciones de los padres, los familiares y los amigos de la falla corroboraron el buen trabajo realizado por nuestros alumnos, muy bien dirigidos por los grandes profesionales que forman el cuerpo docente. Los selfies, vídeos y fotografías compartidas por las falleras posando con grandes sonrisas son buena prueba de ello.
Queremos agradecer la confianza depositada en la Academia de Peluquería y Estética Arthica por los padres de las modelos y por las propias modelos.
Y finalmente, podemos destacar la satisfacción personal de los alumnos al ver los resultados después del esfuerzo y la inevitable tensión vivida.
¡Muy buen trabajo chicos!